miércoles, 1 de mayo de 2013

Mean Girls

Anoche se me ocurrió salir. Hoy era feriado, así que había que aprovechar para salir a patrullar un poquitito. Comí algo, armé The Mask probando una nueva sombra azul que me regaló mi Madre, shortcito, camisa transparente negra, bien a la moda. Vino una amiga a casa, tomamos unos cubas y encaramos hacia al cheboli de moda de Shanishidro.
Ya la puerta indicaba que estallaba de gente, un lindo indicio. Entramos, ellass, despampanantes, caminando cual modelos por la pista. Nos acercamos a la barra y ahí nomas empezamos con la parte social de la noche. Ex compañeros de laburo, ex chapes de mis amigas, ex chapes mío, ex grupos de pibes de preboliches. Saludando a pleno, aprovechando estar sobria para no hacer ningún papelón. Pero claro. Los papelones los he hecho antes, ya mi imagen está completamente devaluada. Saludo a un amigo que se casó el año pasado, me ve y lo primero que me dice es "tengo el video de casamiento... " Silencio. Se queda mirándome fijamente para ver mi reacción  a lo cual yo me sonrojo, miro hacia abajo, y lanzo una risita nerviosa. El me dice "Sisi... tengo varios primeros planos tuyos en la fiesta... acompañada.... muy bien acompañada..." . Un desliz de casamiento lo puede tener cualquiera. El problema es cuando la patinada queda grabada. Exceso de alcohol, mucho excite entre los presentes, y un potro ex compañero de laburo al cual siempre había mirado con cariño. Cóctel explosivo. Mi respuesta "plsss plsss (con tonito de mina pene de sanisidro) no se lo muestres a nadie". "PFFF olvidate. Voy a organizar una comida con los del laburo así lo vemos todos. Mis amigos ya lo vieron.. andan todos preguntando por vos". Y yo ya me imagino la pregunta de los amigos, que lejos está de ser "me gustaría presentársela a mi mamá".
En fin. El problema de querer madurar es que el pasado te condena.
Sigue la noche, me sigo encontrando con ex chongos ya de novios. La gente avanza y avanza. Se casan, tienen hijos, novias, casas en común. Yo sigo ahi solita con mi amiga soltera. Firme y feliz... hasta que veo a la distancia un grupito de cuatro pibes que agitaban. Uno con camisa a cuadros (últimamente los boliches de moda se asemejan a una picnic en el central park), morocho, alto, medio groso, con un trago en  la mano, bailando al son de David Ghetta. Me suena esa cara. Me suena. Me suena. Me suena. Me acerco. Es? No.. No puede ser. No. Pero es? Me acerco un poco más. Cuantas dudas. Si. Creo que es. Si. No. Que horror. Era él. EL PENE del colegio por excelencia, y esto lo digo sin ánimos de ofender. Es un hecho. Yo en primaria era la gordita negra pene. En secundaria me reivindiqué. Pero este chico no. Este chico fue durante los 12 años del colegio, El Pene Máximo. El que tenía dientes de conejo, mocos que le caían de la nariz, chistes idiotas, una madre insoportable que le mandaba comida desagradable los mediodías, que jugaba al volley en vez del rugby (yo jugaba en la B d hockey, pero al menos jugaba al hockey!) y que se rodeaba de 6 pibes penes iguales a el. Si. Ese pibe estaba en shanishidro. Estaba en MI boliche. En MI hábitat  En MI mundo. Suena hueco, pero no. Esto me deprimió mucho mas que enterarme que el pibe que era alto fiestero, amante de la noche, mujeriego empedernido, estaba de novio, feliz y cambiado. Mucho más.
Y así me fui. Cabizbaja. Reflexionando... Me estaré yo volviendo la pene del boliche...?



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